Naciones Unidas, 27 jul (Prensa Latina) Nuevos datos revelan que regiones no acostumbradas al calor extremo enfrentarán mayores riesgos para la salud, mientras que los trabajadores en climas habitualmente de altas temperaturas enfrentarán condiciones cada vez más peligrosas.
Este jueves se publicó el Llamamiento a la Acción del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, sobre el Calor Extremo, que exige un esfuerzo «urgente y conjunto» para mejorar la cooperación internacional ante esta urgencia.
El texto también convoca a cuidar de las personas vulnerables, proteger a los trabajadores, aumentar la resiliencia de las economías y las sociedades, y limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados para fin de siglo con la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y el aumento de las energías renovables.
La Tierra es cada vez más caliente y peligrosa, miles de millones de personas en todo el mundo son afectadas por olas de calor cada vez más agudas, provocadas en gran medida por una crisis climática inducida por el hombre y cargada de combustibles fósiles.
«El calor extremo está destrozando las economías, ampliando las desigualdades, socavando los Objetivos de Desarrollo Sostenible y matando a las personas», precisa el llamado de Guterres.
Su alerta está en correspondencia con un informe de la Organización Internacional del Trabajo bajo el título: El calor en el trabajo: Implicaciones para la seguridad y la salud, el cual afirma que cuatro mil 200 trabajadores de todo el mundo perdieron la vida por olas de altas temperaturas en 2020.
En tal sentido, el documento advierte que el estrés térmico es un asesino invisible y silencioso que puede causar rápidamente enfermedades, insolación o incluso la muerte, mientras con el tiempo, es posible que provoque graves problemas cardíacos, pulmonares y renales a los trabajadores.
Al respecto, el titular de la ONU significó que «si hay algo que une a nuestro mundo dividido es que todos sentimos cada vez más el calor».
El domingo, el lunes y el martes pasados fueron los tres días más calurosos jamás registrados. Pero afrontemos los hechos: las temperaturas extremas ya no son un fenómeno de un día, una semana o un mes», añadió.
También hizo referencia a las muertes relacionadas con el calor en personas mayores de 65 años, que aumentaron alrededor de un 85 por ciento en 20 años.
Volviendo a los trabajadores, el análisis sitúa a América, Europa y Asia Central con el mayor aumento de lesiones en el lugar laboral por estrés térmico desde el año 2000, por el incremento de las temperaturas en regiones donde no están acostumbrados al calor.
Sin embargo, en términos absolutos, los trabajadores de África, los Estados árabes y Asia y el Pacífico son los más expuestos al calor extremo. En estas zonas el 92,9, el 83,6 y el 74,7 por ciento, respectivamente, de la mano de obra se ve afectada, por encima de la media mundial del 71 por ciento.
Según los autores del estudio, una prevención más efectiva de las lesiones derivadas del calor excesivo podría ahorrar hasta 361 mil millones de dólares en todo el mundo en pérdida de ingresos y gastos de tratamiento médico.